El entorno penitenciario ya es un lugar lo suficientemente hostil, y en especial en países como Paraguay, como para que, a mayores, otra amenaza aceche entre las rejas. Se trata de la tuberculosis, la cual, también llamada peste blanca, aun en pleno siglo XXI sigue siendo un problema en estas cárceles donde miles de personas conviven acinadas con unas condiciones higiénicas muy mejorables y una escasa atención sanitaria. Y lo peor es que estos presos no son diagnosticados ni tratados en estos lugares. Algunos de ellos, ni siquiera sabrán lo que es la tuberculosis.
Esta enfermedad bacteriana que afecta principalmente a los pulmones y causa tos crónica y sanguinolenta, fiebre y que puede extenderse a otros órganos se transmite al toser o estornudar, haciendo muy fácil su propagación y, en especial, teniendo en cuenta el amontonamiento de personas anteriormente dicho.
Pues bien, este mal manejo de la tuberculosis en las prisiones no solo afecta a los reclusos, sino que también representa un riesgo para la salud pública en general. La población penitenciaria a menudo interactúa con la sociedad al ser liberada haciendo que el riesgo de propagación de la enfermedad a comunidades externas se incremente considerablemente.
Por ello, es importante mejorar las condiciones de vida en las prisiones, garantizando un ambiente más limpio y saludable. Además, se debe proporcionar educación sobre la tuberculosis y acceso a pruebas de detección y tratamiento adecuados para los reclusos. A su vez, es crucial dar visibilidad a la tuberculosis para conseguir que deje de ser una enfermedad olvidada.
Carneri S. Nadie te explica en prisión qué es la tuberculosis (aunque te condenen a ella). El País [internet]. 16 de abril de 2024 [citado el 18 de abril de 2024]. Disponible en: https://elpais.com/america-futura/2024-04-16/nadie-te-explica-en-prision-que-es-la-tuberculosis-aunque-te-condenen-a-ella.html#
Alba Lorenzo Muiños
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